La titulada de Arquitectura UACh en el año 2016 Valentina Luco Araya, ejerce actualmente la profesión en cultura, medicación y patrimonio, foco de interés desarrollado luego de haber cursado el Magíster en Patrimonio Cultural de la Pontificia Universidad Católica de Chile en 2019 y de haber iniciado su segundo Master en Gestión Cultural en la Universitat Internacional de Catalunya, Barcelona.
Actualmente la ex alumna UACh se desempeña profesionalmente en la oficina de arquitectura “UNO Proyectos” del arquitecto Gonzalo Martínez de Urquidi en Santiago de Chile, donde desarrolla y gestiona proyectos de índole patrimonial y de gestión cultural.
“Mi trabajo apunta principalmente a presentar y tramitar proyectos por medio del Consejo de Monumentos Nacionales, Seremi y Municipalidades. Además, estoy a cargo de las publicaciones, postular Fondos de Cultura y armar proyectos curatoriales de índole artístico en donde esté involucrado el trabajo de mi oficina. Desde 2020 estoy colegiada en el Colegio de Arquitectos de Chile en el cual me eligieron como secretaria del comité de gestión inmobiliaria, espacio en el que aporto desde mi especialización”, señaló.
En 2019, la profesional se adjudicó el Fondo del Patrimonio Cultural, postulando en la línea de diseño, el proyecto: “Proyecto Atalah, Casa Puerto: Lugar de convergencia multicultural, comercial, de interacción y servicios de las primeras colonias que conformaron el origen de Valparaíso”, inmueble está ubicado en Serrano 553 en Valparaíso, inserto en el Sitio de Patrimonio Mundial.
Al respecto indicó: “El objetivo general de la propuesta apunta desarrollar un proyecto de puesta en valor en el inmueble, el cual cuenta con múltiples declaratorias (entre ellas: ICH, ZCH, ZT y SPM Unesco) y que, en la actualidad comprende un programa de arrendamiento de talleres artísticos. El impacto del proyecto se centra en que, además de las estrategias arquitectónicas y de conservación, se presenta un modelo de negocios que permite el funcionamiento de un programa mixto, residencial, comercial y centro cultural, que potencia la impronta artístico-cultural existente. El desafío de este proyecto radica en nuestro rol como arquitectos en generar convergencias y hermanar voluntades de acción entre el sector público, privado y las comunidades”.
¿Cuál es a tu juicio los principales desafíos que enfrentas como arquitecta?
Sin duda, el desafío principal de esta profesión está relacionado con el carácter polivalente que debes desarrollar constantemente a lo largo del ejercicio y la capacidad de trabajar 100% de manera transdisciplinaria. Siempre he creído que la arquitectura es una profesión muy amplia, sin embargo, nunca vas a manejar todo y la clave está en poder converger a todo un equipo de disciplinas distintas y como resultado tener un proyecto integral.
¿Cómo has elaborado tus planes de trabajo en un contexto de pandemia?
Lo que me ha tocado a mi en este contexto de pandemia, por un lado, ha sido la gestión y burocracia de las tramitaciones de los proyectos. Segundo, no contar con el feedback inmediato que pueden proporcionarte tus colegas en la oficina. Y por último, no tener el trato humano en persona con los equipos, en arquitectura es muy importante dibujar, hacer esquemas, rayar planos.
¿De qué manera tu formación como Arquitecta UACh influyó en actual presente laboral?
Dentro de mis aspiraciones a futuro, contemplo seguir perfeccionando mi perfil profesional con énfasis hacia la descentralización de la cultura, el desarrollo de las culturas regionales y el trabajo curatorial y de mediación, por lo que, a futuro me gustaría trabajar en la docencia universitaria y el trabajo en museos.
Creo que mis intereses profesionales en gran medida han sido influenciados por mi formación como arquitecta UACh, personalmente siento muy propia esta casa de estudios, por afinidad y por historia familiar. El perfil profesional que caracteriza a nuestra escuela está estrechamente ligado al estudio de las culturas locales, al entendimiento de un contexto de baja escala, a ser un aporte en nuestro medio regional y es de las herramientas más valiosas que llevo. Para mí, la arquitectura no es sólo construcción, tampoco pretensiones artísticas, personalmente lo veo como una carrera transversal que abre más puertas, nuestra carrera permite a los estudiantes apuntar a múltiples aristas disciplinarias, como en mi caso específico en cultura y gestión. Muchas asignaturas han sido fundamentales para mi trabajo, sobre todo, aquellas asignaturas humanistas que fueron puliendo poco a poco mis intereses, agradezco enormemente a los profesionales de estas áreas que se cruzaron en mi camino, como Virginia Vásquez, Laura Rodríguez, Juan Carlos Olivares, Tirza Barría y Antonio Zumelzu, creo que estos profesores enseñan e implementan el “Design Thinking” de una forma transversal, interdisciplinaria, reconociendo los contextos locales y acorde a los nuevos tiempos que corren.