04 junio 2021

Francisco Biskupovic, académico del Instituto de Arquitectura UACh: “El desafío de las futuras generaciones de arquitectas y arquitectos debe ser encarnar las obras y hacer aquello que decimos”.

El académico del Instituto de Arquitectura y Urbanismo de la UACh Francisco Biskupovic abordó las principales inspiraciones o referencias que  caracterizan el trabajo que realiza a través de su oficina de arquitectura “Biskupovic Arquitectos”, donde sigue una línea de arquitectura que principalmente se ha desarrollado en Latinoamérica y que busca incluir la estructura como lenguaje arquitectónico en el proceso de diseño, y no delegar ese  trabajo solo a los ingenieros.

Con esta línea abordada por Biskupovic, el profesional ha descubierto que se puede conseguir un lenguaje arquitectónico, considerando la relevancia que la estructura cobra en países como el nuestro, donde los presupuestos no son como en los países desarrollados. “En una obra lo que no se puede obviar es la estructura”, indica el académico.

¿De qué manera influye el paisaje del Sur Austral dentro del desarrollo de su trabajo?

El paisaje es una palabra que está bastante de moda, como alguna vez lo estuvo el Patrimonio, por eso probablemente ahora sea precisamente el paisaje de lo que más se habla. Mi definición respecto a él no está totalmente clara. Para mi podría ser todo, desde las personas que habitan en un territorio, el clima, etc.. todo configura el concepto de paisaje. En ese sentido cualquier obra de arquitectura se debe a un paisaje, a un lugar, o unas coordenadas, a unas costumbres, a unos recursos, a diferencia por ejemplo de la  obra de arte, o como se pensaba antiguamente una obra de arte, la obra de Arquitectura siempre se sitúa en un lugar, es decir, pertenece a un paisaje.

¿Cuáles son a su juicio los principales desafíos que enfrentará la Arquitectura en el país que se vislumbra en el corto y mediano plazo?

Nuevamente soy un poco escéptico, más bien para mi el desafío es precisamente tener un desafío. Por ejemplo en el ámbito político; como profesionales arquitectos y arquitectas hoy estamos fuera de las decisiones sobre la ciudad. Estas las toman ingenieros, abogados, médicos o veterinarios. En general las autoridades; ministros, alcaldes, directores,  vienen de otros mundos. El desafío entonces es que los arquitectos y arquitectas nos volvamos a posicionar y tengamos voz y parte en esas decisiones de ciudad, porque probablemente somos, en relación a muchos ámbitos, los más capacitados. Ese es principalmente el desafío: Empezar a hablar, tener voz y participación.

Desde el rol académico, ¿Cuáles son a su juicio las principales características que un futuro arquitecto y arquitecta debe tener?

Lo principal a mi juicio es ser consecuente. Hoy en día con el contexto político que tenemos en el país eso es lo que se pide y debiese expandirse a cualquier ámbito: un poco de consecuencia.  

Veo a muchos arquitectos que diseñan o hablan de ciudades sustentables pero viven en barrios afuera de la ciudad donde deben desplazarse todos los días en auto, o en barrios donde son todas las casas iguales,  a eso me refiero cuando hablo de ser consecuentes. Si alguien cree en la ciudad verde, en el arte en la arquitectura o la arquitectura con un sentido social, debe proyectarlo en su vida, no solo a nivel de discurso. De esto hay grandes ejemplos en la literatura y sobre todo en la poesía.  El desafío entonces es ser consecuentes; hacer aquello que decimos.