Más de 300 piezas y pernos ensamblaron estudiantes de arquitectura para fabricar una estructura a través del sistema constructivo de entramado liviano Lamelas-Zollinger. La idea surgió a partir del estudiante de sexto año de arquitectura, Francisco Aravena, quien presentó su proyecto al Centro de Estudiantes de su carrera para solicitar apoyo con la propuesta estructural del pabellón.
La fascinación de Francisco por la madera, “material que me ha acompañado toda mi vida siendo una fuente de energía y trabajo” ayudó a concretar el proyecto y en conjunto con el Centro de Estudiantes de Arquitectura además concluyeron que la actividad se podía convertir en “una grata oportunidad para recibir a los nuevos/as alumnos/as de las generaciones online y mechones en una actividad tipo «mechoneo en buena» , explicó el estudiante.
Más allá de la experiencia constructiva, el objetivo de la actividad era que los/las estudiantes pudieran experimentar, sentir y conocer a la madera, “con el fin de incentivar la creatividad a nivel de diseño de las nuevas generaciones de arquitectos/as”.
La estructura de veinte metros cuadrados y 485 cm. de ancho por 450 cm. de largo está ubicada actualmente a un costado del Centro de Eventos del Parque Saval, pero será trasladada en un par de meses al Edificio Ernst Kasper perteneciente a la carrera de arquitectura con el fin de ser un complemento activo para actividades recreativas de los/las estudiantes.
Proceso constructivo y colaboraciones
El proyecto inició con la fabricación de un prototipo que permitió estudiar la viabilidad de la estructura y una posterior visita al taller de Ingeniería Forestal. “Realizamos un módulo estructural en mi casa junto a mis amigos y compañeros Matías Álvarez y Gonzálo Castillo, para comprobar la viabilidad del diseño. Una vez vista la resistencia estructural del módulo, me trasladé al Taller de Ingeniería Forestal junto a Sofia Rivera, donde nos recibió el encargado, Manuel, quien nos ayudó y aconsejó en el proceso constructivo de las piezas en serie”, explicó Francisco.
Posteriormente, se dirigieron al Taller de Prototipo, perteneciente a la Escuela de Diseño de la Facultad de Arquitectura y Artes, espacio en el que recibieron orientación del académico de Diseño, Prof. Marcos García, “instancia en la que pudimos fabricar las 380 piezas y pernos necesarios para la construcción”, explicó el estudiante.
Finalmente, el levantamiento de la estructura se llevó a cabo en el Parque Saval, donde colaboraron estudiantes de todas las generaciones de la carrera. Durante el ensamblaje, también fueron invitados/as estudiantes de otras carreras de la FAA a participar.
“En colaboración con voluntarios de todos los talleres de arquitectura, con ayuda de los tíos auxiliares de nuestro edificio y la buena voluntad de Mantenimiento UACh finalizamos el armado de la estructura”, concluyó Francisco.
Financiamiento y ubicación
La propuesta estructural fue financiada en su totalidad por el Centro de Estudiantes de Arquitectura UACh, y dado el emplazamiento de la obra (Valdivia), se gestionó un aporte para lograr techar la estructura. Este aporte fue solicitado a la Escuela de Arquitectura UACh y al Instituto de Arquitectura y Urbanismo con la gestión y colaboración del académico y Director de Instituto, Leonardo Agurto.
Además, cabe mencionar que los/las estudiantes actualmente se encuentran en conversación con gente de OSMO gracias al Director de la Escuela de Arquitectura, Cristián Valderrama, para así poder impregnar y proteger la estructura.
Actualmente, la estructura se encuentra ubicada en el Parque Saval y será trasladada hasta el edificio de la carrera para ser un complemento activo en diferentes actividades recreativas de los/las estudiantes FAA.