07 junio 2021

En memoria de Hernán Miranda Castillo

La primera vez que hablamos, fue por teléfono. Lo llamé para preguntarle si podía ir a probar la resonancia de una viola en las “catacumbas” del MAC. Hernán dijo de inmediato que sí, sin pedir más explicaciones, dispuesto a colaborar y seguro intrigado por los experimentos que pretendíamos realizar ahí. Quienes han estado en ese espacio, saben que tiene propiedades acústicas, visuales y emocionales muy fuertes.

Hernán, no solo fue un artista destacado, profesor de la Escuela de Arte de la PUC, un enamorado del color, las formas, la composición, las transparencias, la re-signifación; fue también un gran gestor y un facilitador, generoso con otros artistas, dedicado a acoger propuestas, a compartir sus hallazgos como espectador y curador, llevando el arte a todos, más allá de los círculos de entendidos.

Hace un par de años, comenzamos a conversar con cierta frecuencia —interrumpida por las cuarentenas—; no por teléfono, sino junto a una copa de vino frente al río, un café en el centro, en casa de amigos. Hablamos de arte, de música, de la formación de artistas y por supuesto, del Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia, un proyecto al cual Hernán, como director, dedicó décadas con gran afán. Ese proyecto, que ya ha sido un aporte muy significativo para la ciudad de Valdivia, la región y el país, está ad portas de convertirse en un hito de proyección incalculable.

Hernán entendió muy bien lo que significa un museo de arte actual para una ciudad, para sus habitantes, para la comunidad universitaria y para la comunidad local y global de artistas. Esa visión, está bien instalada en nuestra institución gracias a su gestión y será crucial para la reapertura de un espacio fundamental que marcará la identidad de nuestra ciudad y sociedad —y donde la esencia de Hernán, estará sin duda presente.

En el último almuerzo que compartimos, hace unas semanas, me dijo que no conocía el negroni, así que so pretexto de ampliar el repertorio de brebajes, dejamos pendiente otra junta, para seguir conversando, soñando con futuras muestras, invitados, residencias creativas, convocatorias, proyectos formativos, instalaciones audiovisuales… Gracias, Hernán por tu amistad, tu simpatía, tu generosidad, sencillez y por compartir siempre tu pasión por el arte.

Felipe Pinto d’Aguiar
Decano Facultad de Arquitectura y Artes UACh

Imagen: Samurai con Pájaros (2018), Hernán Miranda