*Doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona, quien se integró al instituto el año pasado asumió el cargo luego del Dr. Breno Onetto quien estuvo como director (i) el año 2019.
El nuevo director del Instituto de Artes Visuales de la Facultad de Arquitectura y Artes es el Dr. Flores Arancibia, investigador del Centro de Arte La Escocesa y comisario del Centro de Cultura y Memoria El Born, ambas instituciones de Barcelona (España), investigador responsable del proyecto FONDART “Mutaciones Tecnológicas. Diferencia y happening extendido en Ronald Kay”, publicará a fines de este año el libro De la metaxología (Ediciones Metales Pesados). Actualmente, es el curador del proyecto Mutaciones con el que la Universidad Austral de Chile participará en el Festival Ars Electronica 2020.
Quisimos entrevistarlo para poder conocer sus motivaciones, sus desafíos y el sello que quiere lograr en esta unidad de la Facultad de Arquitectura y Artes
¿Cuál fue tu principal motivación para ser director?
Si me permites antes de responder tu pregunta, quisiera agradecer públicamente el apoyo del Claustro Académico del Instituto de Artes Visuales, la confianza del Sr. Decano de la Facultad de Arquitectura y Artes, así como valorar y agradecer el trabajo del director saliente, Dr. Breno Onetto. Desde que el año pasado a la Universidad Austral de Chile, me he sentido muy bien acogido por mis colegas y también por las y los estudiantes de la Escuela de Artes Visuales, y espero, sinceramente, estar a la altura de este desafío. Ahora bien, me resulta difícil contestar esta pregunta. De alguna manera, presupone una coincidencia entre la motivación y el cargo. En lugar de hablar de una “motivación por el cargo”, me gustaría hablar del cargo emocional. Si hay algo que me caracteriza es una especie de entusiasmo por la articulación. No sé cómo llamarlo. Digamos que es como un deseo de articular. La articulación es un deseo de las multiplicidades. Esto puede sonar abstracto para ejercer estas funciones. Pero lo que quisiera sugerir es que lo que me motiva, lo que me mueve, es el compromiso respetuoso con la multiplicidad que coexiste dentro del cuerpo académico del Instituto de Artes Visuales.
¿Cuáles serán tus objetivos y principales desafíos a corto, mediano y largo plazo?
En tu pregunta se apela a un reto de largo aliento, por el que me gustaría comenzar. Evidentemente, el desafío del Instituto de Artes Visuales es velar por el cumplimiento del Plan Estratégico, que tiene como objetivo desarrollar las áreas de creación artística, investigación, gestión, vinculación con el medio y docencia.
Sin embargo, hay aquí una textura compleja: ¿qué significa creación e investigación artística dentro de una Universidad? Mucho más que la actividad académica científica y tecnológica, estructuralmente instalada en nuestras universidades, la creación artística como una actividad académica parece estar en permanente justificación de su existencia. En este contexto, el desafío de consolidar una unidad que fomente la creación y la investigación artística en el espacio académico, es complejo. La Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística de la Universidad Austral de Chile, está haciendo una importante labor en este ámbito. Creo que tenemos que apoyarnos en esa labor, activando la inscripción del Instituto de Artes Visuales en el Campus Cultural de la Universidad Austral, su vinculación territorial y social con otros espacios no académicos, también con otros espacios académicos de la universidad, otras escuelas de la Facultad de Arquitectura y Artes y de otros ámbitos de investigación científica y tecnológica, así como nuestra participación en redes nacionales e internacionales en el ámbito de las artes visuales.
Pero volviendo a la pregunta, ¿qué significa creación e investigación artística dentro de una Universidad?, quisiera recordar que en el segundo número de la revista Rayo (2014) de la Escuela de Artes Visuales, se pueda leer un texto de Gonzalo Díaz titulado “Meta-valoración académica de la creación artística”. Me gustaría responder tu pregunta retomando ese texto. Además de remarcar que la creación artística es un modo específico de desplegar el conocimiento, Gonzalo Díaz describe sintéticamente las cuatro etapas de ese despliegue: etapa inicial, relacionada con el proceso de elaboración que suele validarse mediante la obtención de fondos concursables; etapa de resultados, habitualmente expresada en una obra, proyecto u objeto crítico que encuentra sus espacios de exhibición; etapa de divulgación, que se vincula con procesos de comunicación y de publicaciones o conferencias; etapa de impacto, que inscribe todo el proceso en un medio social, artístico y cultural, generalmente encarnado por ensayos y referencias críticas, premios, reconocimientos y validación disciplinar. Menciono esto porque todas esas etapas suponen algo previo: promover un espacio equitativo, paritario, armonioso y de confianza para que los y las académicas puedan desarrollar su trabajo. Creo que este es el primer desafío que supone este cargo: construir ese espacio articulado. El Instituto de Artes Visuales ha pasado por momentos difíciles, y me parece que aquí residirá un aspecto importante de la gestión a largo plazo.
Junto con esto, y como acompañamiento de las etapas que definirían la creación artística como forma de conocimiento, el desafío a largo plazo tiene también que reforzar esas cuatro etapas: 1) generar equipos de trabajo que sean capaces de estimular procesos de elaboración de proyectos y de postularlos a fondos concursables; 2) consolidar la Galería Réplica como núcleo de validación de procesos de creación investigación, así como de exhibición de obra; 3) apoyar los mecanismos de divulgación de los proyectos y de participación en instancias de comunicación a nivel nacional e internacional; 4) impulsar la generación de una revista de artes visuales y consolidar relaciones institucionales, locales, nacionales e internacionales, que potencien el impacto de nuestras producciones.
En el corto y mediano plazo, tu pregunta me parece indisociable de la situación histórica que experimentamos. Sin respiro, estamos atravesando transformaciones políticas y sociales cuyos efectos desconocemos. Un plan de trabajo es, ahora, un plan de navegación en la turbulencia. Pero tenemos, al menos, una orientación. Se dice, a propósito de la pandemia, que la biología está acelerando la tecnología. Hay sin embargo un principio estructural que no se puede borrar porque depende de la demora de nuestros imaginarios: las nuevas superficies tecnológicas activan el fantasma de lo anterior. No hay repartos estéticos de lo sensible sino estratificaciones mediales de lo sensible. El cuerpo siempre llega tarde. Abordar desde el arte este desajuste de tiempos perceptivos, que pone en permanente tensión las nuevas superficies de inscripción y los modos de hacer, distingue nuestra Escuela de Artes Visuales de otras carreras de Artes Visuales que muestran una inflación de cursos sobre nuevas tecnologías. El actual proyecto de reconfiguración de la Galería Réplica del Instituto de Artes Visuales o la propuesta Mutaciones que fue seleccionada recientemente por Ars Electronica 2020, contienen, me parece, esta capacidad crítica de abordar los desajustes mediales del presente.
¿Qué sello quieres instaurar en tu instituto?
Sin orden de jerarquías, en primer lugar, generar un espacio de trabajo donde todas y todas nos sintamos involucrados. Comunicación, transparencia. En segundo lugar, criterios de equidad de género. Provocar instancias, equipos, relaciones que establezcan un piso igualitario de participación. En tercer lugar, deseo, deseo compartido por la articulación, es decir, por una colaboración que potencie un espacio de múltiples líneas de trabajo. Me entusiasma profundamente pensar el Instituto y la Galería Réplica en conjunto como plataformas de acogida no solo de obras, sino de ejercicios y procesos críticos, de pensamientos e ideas en gestación. Por último, y no menos importante, saber errar. Saber equivocarse e improvisar soluciones. Estamos en un territorio terremoteado, endeble y movedizo. Esta inestabilidad es la condición esencial de las artes y de la crítica. Un cargo no es inmune frente a esta inestabilidad epistémica. Tal como lo veo, y puedo estar equivocado, el ejercicio de un cargo es también un ejercicio de creación.
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El actual Director del Instituto de Artes Visuales comisarió recientemente, junto a Begonya Saez de la Universidad Autónoma de Barcelona, el seminario Fake Fiction(s) en el CCM El Born de Barcelona (https://elbornculturaimemoria.barcelona.cat/activitat/fake-fictions/), y concluyó en febrero el proyecto El entre y el medio en La Escocesa (https://laescocesa.org/es/view/%2528De%2529formacions%253A+L%2527entre+i+el+mitj%25C3%25A0+per+Iv%25C3%25A1n+Flores/3216), del cual está en elaboración un artefacto textual que cuenta con la colaboración de Eugenio Dittborn. Asimismo, prepara la publicación de su tesis doctoral, De la metaxología, que aborda el problema del “entre” en el pensamiento contemporáneo