ÁLBUM «DE VEZ EN CUANDO»
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*Igor Marques entrevista a Felipe Pinto d’Aguiar
IM: Primeramente, me gustaría felicitarte por el lanzamiento de este disco, «De vez en cuando», y reconocer la esmerada labor de Patricio. Creo que, en lo general, la gente no se da cuenta de la inmensa dificultad en producir un álbum como éste: componer, trabajar con el intérprete, conseguirse los fondos, organizar los aspectos logísticos —y todo hecho bajo las circunstancias únicas de la pandemia del COVID-19. Cuéntanos un poco sobre la historia de este disco, tu relación con Patricio y el efecto que la pandemia tuvo sobre el proceso de composición y grabación.
FP: Muchas gracias, Igor y te agradezco también por esta conversación. Este trabajo es parte de un proyecto FONMUS del año 2020 que postulamos junto a Patricio Araya Guerra, pero en realidad la historia es más larga. Tres de las piezas incluidas en el disco —incluyendo la que da el nombre al álbum— fueron compuestas efectivamente el año pasado y «Entre Otras Cosas» es anterior, producto del Concurso UTEM 2016, e interpretada por Patricio en 2018 en Santiago y Valdivia. Sin embargo, el trabajo colaborativo con Patricio se remonta a nuestro tiempo de estudiantes, ¡hace casi veinte años! Él interpretó algunas de mis primeras composiciones, varias de las cuales no figuran en mi catálogo, pero que de alguna manera, han re emergido en la obra «De Vez En Cuando», donde se desarrollan algunas técnicas de ejecución y materiales que ya probábamos de manera experimental en aquel tiempo. Los aspectos logísticos y artísticos han sido ampliamente discutidos con Patricio y demás participantes del proyecto por lo que este ha sido un proceso de colaboración que va más allá de la relación compositor-intérprete. Hemos intentado generar un álbum que tenga una coherencia sonora, formal, visual y con un componente audiovisual original (en el que participaron los estudiantes de la Escuela de Creación Audiovisual: Eladio Arcos y Bastián López). Respecto a la influencia de la pandemia, la primera parte del año pasado fue muy productiva para mi en cuanto a la composición y esta pieza emergió durante ese período. Por otro lado, ha sido un desafío permanente la comunicación remota, sin posibilidad de ninguna reunión presencial durante el proceso y con una ventana de oportunidad relativamente acotada que permitió el trabajo de grabación, pero sin duda hemos aprendido mucho de esta experiencia.
IM: Bien recordado, Felipe; un trabajo como éste se realiza gracias a un esfuerzo grupal que va más allá del dúo compositor-intérprete. Es interesante también que hayas destacado la profundidad de las raíces de tu colaboración artística con Patricio; la madurez de las obras en este disco demuestran que son, como señalaste, producto de décadas de experiencia compartida. Hablemos entonces de la pista que abre el disco, «Artefacto». Es una pieza cortita —especialmente comparada con «De Vez En Cuando»— y que actúa como una introducción al ambiente sonoro del álbum. De inmediato nos encontramos con una especie de dulce ajenidad: la escritura es piacevole, los armónicos naturales enmudecen el timbre de la guitarra, la re-afinación de las cuerdas del instrumento trae a la luz microtonos inusitados. ¿Cuál es la lógica y la intención detrás de haber cambiado la afinación de la guitarra, no sólo en «Artefacto», pero en las demás obras del álbum también?
FP: «Artefacto» es fruto de una solicitud del musicólogo y guitarrista Mauricio Gómez Gálvez, quien me invitó a participar, junto a otros creadores, en un proyecto de composición de piezas con carácter didáctico, es decir, composiciones tipo estudio, que puedan ser interpretadas por estudiantes de guitarra. Es una obra que mecánicamente es sencilla de ejecutar (se utilizan cuerdas al aire, armónicos naturales, digitaciones recurrentes, etc). Su dificultad radica en el aspecto rítmico y en crear la atmósfera deseada que es —como se indica en la partitura— evocar una cajita musical de otro planeta. Justamente el deseo de conectarse con la alteridad, es lo que motiva el uso de scordatura microtonal en esta y las demás piezas del álbum. La guitarra es un instrumento muy particular, que delata su identidad de manera instantánea. Muchas obras del repertorio guitarrístico, incluso obras de vanguardia, juegan con armonías de cuerdas al aire donde la afinación tradicional —por cuartas— y el timbre son expuestos de inmediato, a modo de una firma sonora casi inseparable del instrumento. A mí me gusta conectarme con la guitarra como un instrumento de cuerda pulsada más abstracto, que a ratos se comporte como arpa, como laúd, como charango, cello, salterio, tambura, etc. En ese sentido, re afinar —sumado al uso de técnicas de articulación especiales— permite explorar sonoridades más libremente, incluyendo materiales que utilizo en otros instrumentos y así ojalá, ir más allá de los campos sonoros guitarrísticos predeterminados. Intento cultivar un ‘antiguitarrismo’ (en el sentido Parriano), utilizando la guitarra como un instrumento para producir texturas, timbres, paisajes sonoros artificiales en permanente transición y donde la fuente —a ratos— y especialmente al utilizar varias guitarras, no esté expuesta para generar lo que podría llamarse una guitarra acusmática.
IM: Es interesante que le apliques un término algo Lachenmanniano como “guitarra acusmática” a esta concepción de una escritura que es a la vez tan anti-idiomática (al evitar las sonoridades convencionales de la guitarra y mimetizar otros instrumentos) cuanto ultra-idiomática (al basarse en las particularidades indivorciables del instrumento en sí). Este método de trabajar con la guitarra produce una riqueza y variedad de timbres que para mí constituyen uno de los tesoros que este álbum le ofrece al oyente. De hecho, cuando escuché el disco por primera vez, al principio me emocioné que hubieses incluido al berimbau (un instrumento de mi país) en «De Vez En Cuando», antes que me diera cuenta de que todo lo que uno ahí escucha es ¡100% guitarra!
Bueno, la obra es 100% guitarra, pero es mucho más que eso también: ¡su ejecución requiere 33 guitarras! Con sus casi 40 minutos de duración y tamaña fuerza instrumental, «De Vez En Cuando» es una odisea que llama la atención por su exuberancia y por sus desafíos logísticos. En el disco, se le grabó a Patricio 33 veces, pero en el mundo post-pandemia que se acerca cada día más, ¿cómo armarías una performance pública de «De Vez En Cuando»? ¿Y cómo te imaginas o esperas que un público en vivo la reciba?
FP: Es muy acertada la paradoja que mencionas de lo ultra-idiomático y lo anti-idiomático; por un lado me interesa que la pieza sea guitarrística en el sentido de utilizar efectivamente los recursos técnicos del instrumento (incluso o, especialmente, si se trata de técnicas inusuales), pero al mismo tiempo, es mi intención que se base en sonoridades y texturas concebidas de manera abstracta y lejos de los estereotipos guitarrísticos. La “música concreta instrumental” de Lachenmann se centra en las formas de producción del sonido y la construcción integral de este (componer el sonido en lugar de componer con sonidos). En el caso de una guitarra acusmática, el énfasis está en la capacidad de desnaturalizar, por momentos, el sonido convencional del instrumento para generar objetos sonoros de origen no identificado, que puedan estimular la imaginación del oyente. Creo que adivino en qué sección percibes el “berimbau” (¿quizá hacia el final, con esa insistencia de las quintas?). Conversamos con Patricio, durante la concepción de la obra, acerca de «Three Voices» de Morton Feldman (pieza de grabación multipista para una cantante) como una referencia para este trabajo, pero siempre pensando en la potencialidad de una ejecución presencial. La pieza está escrita para ser interpretada en vivo por 33 guitarristas divididos en tres grupos, formando un círculo alrededor de la audiencia.
IM: Otro ejemplo que se me ocurre son los «Counterpoints» de Steve Reich, que consisten en grabaciones multipista del mismo instrumento y que pueden ser ejecutados en vivo por un instrumentista solo más una grabación de sí mismo tocando las demás partes o por esos contingentes amplios y uniformes de instrumentistas (tipo consort). Pero lo máximo a que llegó Reich en sus «Counterpoints» fue 12 clarinetes en «New York Counterpoint», mientras que «De Vez En Cuando» ¡tiene casi el triple de guitarristas! Me imagino que una interpretación con los 33 guitarristas en vivo, rodeando al público, debe cintilar: las texturas lozanas y continuas, los timbres insólitos, la enmarañada polifonía, todo eso en 3D y por un período de tiempo prolongado. Me tienes que regalar una entrada al concierto cuando ocurra el estreno.
Antes de cerrar esta conversación, hablemos sobre la última pista en el disco, «Ex Post». Esta obra de aproximadamente 3 minutos de duración cuenta con algunos recursos ya explorados anteriormente —el uso de scordatura, la producción de timbres inusuales, los ostinatos rítmicos, las armonías estáticas (y extáticas)— pero además incluye improvisación y procesamiento electrónico. Me llama la atención que hayas descrito «Ex Post» en el librillo del CD como como una “reflexión musical” de «De Vez En Cuando»: ¿Por qué decidiste cerrar el álbum así, es decir, qué dice «Ex Post» que complementa lo que dice «De Vez En Cuando»? ¿Y cuál es el rol de la improvisación en esta conceptualización?
FP: ¡Cuenta con tu entrada para el estreno presencial! 🙂
«Ex Post» es una pieza para guitarra de cuerdas metálicas con una afinación derivada de la afinación por quintas (New Standard Tuning), pero con una inflexión microtonal y un bajo que alterna entre Do y Re [Fa#↓ – Mi – La – Re – Sol – Do (Re)]. La única incidencia electrónica en esta obra, está en el proceso de montaje ya que solo hay edición de cortes y paneo. Algunos sonidos que pueden recordar a un tratamiento electrónico más sofisticado, son producidos por el e-bow que genera notas de larga duración y ataque imperceptible. Algo distinto de este trabajo, es su proceso de creación ya que no compuse una partitura detallada, sino solamente algunas notas de texto que me sirvieron de base para improvisar en torno a materiales que interpreté, grabé y luego organicé en el computador. El tono de reflexión de la pieza está dado por dos aspectos. Por una parte, hacia el final de «De Vez En Cuando», se produce una cercanía a la sonoridad de la música popular y quise continuar desarrollando este aspecto en un apéndice. Por otro lado, luego de separarme regularmente como compositor del instrumento, quiero regresar de cierta manera, haciendo una suerte de mini comentario de «De Vez En Cuando» desde la guitarra, como un cameo donde aparece el director, al final de una película.
IM: ¡Ajá! ¡«Ex Post» es tu momento Stan Lee en una película Marvel!
Bien, reitero mis felicitaciones por el trabajo a ti, a Patricio y a todo el equipo involucrado y te agradezco la oportunidad de conversar sobre ello y además te deseo ¡mucho éxito! Ahí estaré en el estreno.
Por ahora, el estreno y lanzamiento se realiza en línea e incluye un Podcast en Radio Beethoven ya disponible y una conversación y audición vía streaming por YouTube el día Sábado 12 de Junio, a las 12pm.
PODCAST DE LANZAMIENTO EN RADIO BEETHOVEN:
STREAMING DE YOUTUBE DEL LANZAMIENTO POR EL SELLO MODULAR [12 DE JUNIO, 12PM]: